Celebrada la última noche del año y los primeros días del año. La cuevita es un lugar sagrado para los habitantes de Teotitlán Del Valle, donde, de acuerdo con lo que comentan los ancestros se tuvieron tres apariciones, en tres puntos de este recinto. Mismo que hoy en día se encuentran rodeados de flores, cartas, juguetes y demás objetos dejados en ofrenda por sus bendiciones para el año venidero.
El protocolo consiste en formarse para presentar sus respetos a las imágenes, porque normalmente hay una fila de mínimo 10 personas en esas fechas. Se acostumbra a pasar la moneda, vela, flor u ofenda que tengas por todo tu cuerpo, en forma de protección y también como símbolo de limpia, se coloca en el pequeño altar a la vez que tienes en mente los pedimentos u oraciones. Puedes repetir este paso en las tres imágenes. Algunas personas besan las rocas o pueden tomar un pedazo de ella para llevarla consigo en el bolsillo o monedero.
A un costado encontrarás un pequeño río, que normalmente crece en temporada de lluvias, una especie de fuente de los deseos, donde de igual manera avientan monedas con sueños o peticiones en mente. Una vez cruzando el rio encontrarás el altar en una pequeña capilla, recientemente renovado (2023). En el altar de igual forma pasas con una la moneda, flor, vela u ofrenda y procedes a prender tu vela, muestras tus respetos por las imágenes y puedes pasarlo por tu cuerpo como en la cuevita. Una vez seguido este protocolo subimos un poco la colina y buscamos un pequeño lugar para preparar nuestro pedimento, juntamos rocas, hojas, ramas, todo lo que sea posible utilizar para simular una pequeña casa, normalmente las peticiones son por una casa próspera, salud, abundancia o calma para el año venidero. La casa representando la familia, el dinero y la salud usualmente. Una vez terminada la casa prendemos una vela o una luz de bengala para dar por terminado el pedimento.
Finalmente tomamos un pequeño refrigerio como tortas, papas o incluso algunas familias preparan carnes asadas para una convivencia más amena y familiar.
Esta tradición de pedimentos y convivencia se puede realizar desde la tarde del 31 de diciembre hasta el 2 de enero, algunas veces hasta el 6 de enero.
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