Año con año en Teotitlán del Valle se realizan representaciones de la Danza de la Pluma de Promesa, llevadas a cabo por un grupo de danzantes. El grupo es integrado por voluntarios, quienes realizan la “promesa” de ser danzantes por un periodo de tres años, hasta la fecha se tiene estimada una lista de promesas para el 2042.
La promesa implica mucho más que solo la danza, tanto para el danzante como para su familia. Representa un compromiso, responsabilidad y una bendición. Un compromiso con la población y los demás integrantes del grupo. Una responsabilidad al hacerse cargo de tanto los ensayos, como los vestuarios requeridos en cada presentación. Y una bendición, ya que no solo es una representación histórica, sino también religiosa y espiritual realizada en el atrio de la iglesia donde se pide por la salud y el bienestar de los seres queridos y la población en general.
El grupo de danzantes se conforma de 9 o 17 integrantes, dependiendo de la organización del grupo que cumplirá la promesa. Integrados por: Moctezuma; 2 Teotiles; 2 Capitanes; 4 Reyes; La Malinche y Doña Marina, estas ultimas representadas por infantes, las únicas integrantes femeninas del grupo y quienes representan la fusión de las dos culturas, la indígena y la española; y por último 2 subalternos. Cuando llegan a ser 17 danzantes se integra por: Moctezuma; 2 Teotiles; 2 Capitanes; 4 Reyes; 8 Vasallos; la Malinche; Doña Marina; y 2 subalternos. Por último, se considera que la representación de la danza es completa cuando se integran los 17 danzantes y Hernán Cortes con su grupo de soldados.
Los danzantes portan textiles diseñados y confeccionados por ellos mismos. El penacho decorado con plumas de guajolote busca representar la cosmovisión de los ancestros zapotecas, llevando 9 espejos pequeños que representan el sistema solar y su forma circular representa el infinito, ya que no tiene ni principio ni fin. Las monedas hacen referencia a las joyas de oro que portaban los aztecas. El brocado representa las telas religiosas que los frailes utilizaron representando la conquista. En sus espaldas destaca una “tilma” de lana o de alguna imagen religiosa, haciendo semblante a la que utilizaban los nobles. De igual forma, un lienzo de lana cubre su rodilla y tobillos representando la vestimenta de los nobles mexicas. El danzante porta una “paleta” que representa el arma de guerra “Macahuitl” y una sonaja que simula el sonido de la lluvia, el cual también le ayuda a marcar el ritmo del baile.
El grupo de danzantes comienza a ensayar por lo menos con 8 meses de anticipación antes de que comience su promesa y los ensayos pueden llegar a durar hasta ocho horas. Preparándolos para las largas jornadas de danza que se realizan en el atrio de la Iglesia durante las festividades más importantes de la población, siendo estas de la Preciosa Sangre de Cristo en julio (la fecha puede variar entre la primera y segunda semana), de la Virgen de la Natividad el 8 de septiembre, de la Virgen del Rosario el 7 de octubre y de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre. Adicionalmente, cabe mencionar que el Grupo de danza de la Pluma de Teotitlán del Valle eventualmente participa en la Guelaguetza del estado de Oaxaca.
Agradescemos la participación de Froylan Mendez, Roman Hipolito, Abel Ruiz y Roberto Martínez en la elaboración de este artículo.
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